Subtipos de cáncer de próstata: luminal y basal

Subtipos de cáncer de próstata: luminal y basal. Existía una clara necesidad de un enfoque de subtipificación molecular en el cáncer de próstata para identificar subgrupos clínicamente distintos que se benefician de terapias específicas.

¿Cual era la idea: Identificar los subtipos de cáncer de próstata basándose en el linaje luminal y basal y determinar las asociaciones con los resultados clínicos y la respuesta al tratamiento.
Las primeras investigaciones sugirieron que la malignidad se origina en las células luminales glandulares, pero investigaciones más recientes han sugerido que las células basales pueden desempeñar un papel en la carcinogénesis.

Los investigadores de la Universidad de California plantearon la hipótesis de que, al igual que otros adenocarcinomas asociados a hormonas, como el cáncer de mama, el cáncer de próstata podría dividirse en función de esos subtipos celulares, lo que podría ayudar a orientar las decisiones de tratamiento. Para probar esto, utilizaron la prueba del clasificador PAM50, que mide la expresión de 50 genes clasificadores y cinco genes de control para diferenciar la afectación celular basal y luminal. Utilizaron este ensayo en 1.567 muestras (seguimiento medio, 10 años) y 2.215 muestras de cáncer de próstata recogidas prospectivamente en subtipos luminal y basal, de pacientes de alto riesgo que se sometieron a prostatectomía radical.

Descubrieron que, al igual que con el cáncer de mama, la prueba puede separar el cáncer de próstata en los subtipos luminal A, luminal B y basal. Los mapas de calor de la prueba se parecen a los que se observan con el cáncer de mama, donde los tres tipos son fácilmente distinguibles.

¿Cuales fueron los resultados y conclusiones de los estudios hechos?

La pregunta más importante es si estos subtipos son clínicamente significativos, y un análisis más detallado demostró que sí lo están, y la enfermedad luminal B es peor que los otros dos subtipos. Las tasas de supervivencia libre de recidiva bioquímica a 10 años fueron 41% y 39% para luminal A y subtipos basales, respectivamente, en comparación con 29% para luminal B. Del mismo modo, luminal A y enfermedad basal ambas tenían una libertad de 10 años desde la distancia metástasis del 73%, en comparación con el 53% con cáncer de próstata luminal B.

Para la supervivencia específica del cáncer de próstata, el luminal A tenía una tasa de 89% a 10 años, el carcinoma de células basales tenía una tasa del 86% y la luminal B tenía una tasa del 78%. Para la supervivencia global a 10 años, la luz luminal A tenía una tasa del 82%, la basal tenía una tasa del 80% y la luminal B tenía una tasa del 69%.

En un análisis multivariable, los otros dos subtipos tuvieron una probabilidad significativamente menor de progresión metastásica en comparación con la enfermedad luminal B. Para luminal A, la relación de riesgo fue 0.55 IC 95% [0.43, 0.69]; p = 5.4×10 -7 ); para enfermedad basal, la HR fue 0.66 IC 95% [0.53, 0.82]; p = 2.0×10 -4 ).

Los cánceres de próstata luminal y basal muestran un comportamiento clínico divergente, y los pacientes con tumores luminales B responden mejor a la TPA posoperatoria que los pacientes con tumores B no luminales. Estos hallazgos aportan información novedosa sobre la biología del cáncer de próstata, proporcionando una herramienta clínica potencial para personalizar el tratamiento con ADT para el cáncer de próstata al predecir qué hombres se pueden beneficiar de la ADT después de la cirugía.

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